Monday, October 13, 2014

Breve resumen de la charla " Convergencias y Divergencias entre Datos Abiertos y el Acceso a la Información Pública" en #Condatos14

Silvana Fumega
@SilvanavF

Los Datos Abiertos (en particular, provenientes del sector público) se han transformado en elementos clave para funcionarios públicos, organizaciones e individuos, en tan solo unos pocos años. Sin embargo, los desarrollos en esta nueva área de trabajo serían- mas allá de la influencia de los adelantos tecnológicos- impensados sin el trabajo previo (principalmente durante finales de los 90 y principios de 2000) de las organizaciones e individuos en temas de legislación y políticas de Acceso a la Información Pública (AIP), a nivel nacional e internacional.

La semana pasada tuve el placer de moderar un panel en #CondatosMx[1] que tuvo como objetivo explorar las convergencias y divergencias entre las agendas de Datos Abiertos y de Acceso a la Información Pública (AIP) para entender las posibilidades y barreras para la colaboración entre los actores que trabajan en esos campos. En este post, algunas de las ideas (un poco desordenadas, como en toda conversación) que se desprendieron de esa charla.




- Panel
En el panel participaron actores de diferentes sectores que se encuentran familiarizados con ambas agendas. Entre ellos se encontraban Haydeé Pérez Garrido (@haydeepg) de Fundar (organización de la sociedad civil mexicana), Romina Colman (@colmanromi) del equipo de Datos del Diario La Nación (uno de los periódicos de mayor tirada en Argentina) y Fabiano Angélico (@FAngelico) de la Contraloría de la Municipalidad de San Pablo, en Brasil. Cada uno de esto actores trabaja con estas dos agendas desde sus diferentes enfoques: como agendas de trabajo e incidencia en el caso de Fundar, como herramientas para el desarrollo del trabajo periodístico, en el caso de LNdata, y, por último, como políticas a implementar (y controlar) en el caso de la Contraloría.

Una de las ideas recurrentes a lo largo de la charla (así como también en otras charlas que moderé durante el intenso día de trabajo de #Abrelatam14) se relaciona con el hecho de que, a pesar de las diferencias en cada uno de los sectores, es claro que todos tuvieron que adaptarse a los desarrollos de las tecnologías de la información, así como también a los cambios en el acceso y uso de datos en información que llegaron con esos adelantos tecnológicos. Desde nuevos puestos de trabajo (productor de datos en Diario La Nación), nuevas áreas dentro de una organización (de innovación tecnología para la incidencia en Fundar) hasta la adaptación de los sistemas de información dentro del sector público, todas son muestras de esos procesos de adaptación.

Esa adaptación es necesaria porque no hay dudas que ambas agendas se complementan. De esa manera, los que han trabajado -por varias décadas ya- en la promoción del derecho de Acceso a la Información Pública no pueden pasar por alto las políticas de Datos Abiertos, que tanta atención reciben en estos días. La primera se centra en la posibilidad de acceder a la información, mientras que la segunda hace hincapié en los formatos y el uso de los datos publicados por el sector público (si bien la agenda de Datos Abiertos incluye a los datos publicados por otros sectores, en este panel nos centramos en los que liberan los gobiernos).

Todos los panelistas coincidieron que trabajar con ambos instrumentos  o agendas conlleva ciertas complicaciones, así como también beneficios. Algunas de las barreras como oportunidades que se mencionaron en la conversación se incluyen a continuación.

- Retos
En el caso de las organizaciones de sociedad civil, la inclusión de esta nueva agenda no solo se encuentra signada por la necesidad de sumar personal con capacidades tecnológicas, sino también por una manera diferente de pensar los datos e información provenientes del Estado. Desde los “motes” (transparentólogos, geekies, etc) hasta la relación con la política y los gobiernos (como ya había escrito hace unos meses, la relación de los que trabajan en agendas de acceso a la información y de datos abiertos difieren). Todos estos aspectos dificultaron el diálogo en una primera etapa de la relación de estos grupos.

Con el tiempo (si bien estamos refiriéndonos a periodos relativamente cortos), esa relación fue modificándose. En ese sentido, para el caso de las organizaciones focalizadas en la promoción de la transparencia y rendición de cuentas como Fundar, muchas veces, debido a que los recursos son limitados, se debe optar por un enfoque estratégico frente a la agenda de datos abiertos. Es por ello que uno de los mecanismos, en el caso de Fundar, es no abarcar la promoción de ambas agendas sino mantener el foco en la promoción de la agenda de derechos pero aliándose con organizaciones que trabajan en el tema de datos abiertos en forma mas activa (no promover la agenda, sino tomar sus beneficios y aplicarlos a sus propias áreas de trabajo). La inclusión de la agenda de datos abiertos a la agenda de rendición de cuentas se puede ver en el proyecto Subsidios al Campo, entre otros.

En el caso de los medios, los principales retos de utilizar ambos instrumentos (pedidos de acceso a la información como también bases de datos publicadas en forma proactiva) para construir notas periodísticas están relacionados con los tiempos que conlleva ese tipo de trabajo. En ninguno de los dos casos se trata de instrumentos que permitan armar una nota en unas pocas horas. Ambas herramientas proveen de información a aquellos periodistas que puedan (y quieran) tomarse el tiempo necesario que requiere el periodismo de investigación. Los pedidos de acceso a la información toman, al menos, entre 10 y 20 días hábiles (dependiendo de la legislación imperante). En el caso de las bases de datos, los tiempos podrían acortarse si dichas bases fueron construidas en forma correcta y sistematizada (de todos modos, los cruces y verificación también toman cierto tiempo). El equipo de LNData, en muchos casos, utiliza ambas herramientas (ya sea como aviso de las notas que están para por desarrollar; es decir para evitar la confrontación (como en el trabajo que realizaron con las Declaraciones Juradas, o también, como complementar la información que obtienen de cada una de las herramientas)

En lo relacionado a las agencias del Estado, las principales barreras a la inclusión de la agenda de datos abiertos (así como también la efectiva implementación de las leyes de acceso a la información pública, en muchos casos) en América Latina es la falta de profesionalización del sector público (situación generalizada en gran parte de la región). Desde la falta de capacidad técnica de gran parte de su personal hasta el mal manejo de los archivos, numerosos elementos relacionados con la capacidad operativa de las agencias gubernamentales puede actuar como barreras a la hora de implementar estas agendas.

A su vez, en el caso de las agencias gubernamentales, tal como describió Fabiano Angélico, cuando la publicación de datos no se realiza en forma estrategia y tomando en cuenta la demanda, la falta de utilización de los datos genera un circulo vicioso que desincentiva la publicación.

En todos los casos, se pueden verificar barreras que se relacionan con la falta de capacidad para afrontar temas que requieren un conocimiento amplio del manejo de las tecnologías de información. De todos modos, no todas son dificultades, sino que muchos son los beneficios que conlleva la inclusión de esta nueva agenda en todos los ámbitos. Es por ello que desde sociedad civil, medios y agencias gubernamentales, todos se encuentran en procesos de adaptación para poder superar los retos.

- Beneficios
Entre los muchos beneficios de incorporar la agenda de datos abiertos a sus áreas de trabajo (mas allá de las beneficios en términos de reutilización de datos, etc. que ya todos conocemos), se puede mencionar la ampliación de los contactos, agendas y enfoques. Es decir, las organizaciones que trabajaban en la agenda de transparencia, han amplificado su área de contactos y recursos al asociarse (o al menos, relacionarse en forma mas directa y permanente) con otros actores, con quien en un principio no tenían diálogo.

Por otra parte, la necesidad de publicar datos en formatos reutilizables le permite no solo a actores de sociedad civil y medios acceder a nuevos datos que pueden manipular y procesar de la manera que lo deseen, sino que también se democratiza el acceso a los datos al interior del Estado. Asimismo, también obliga a las agencias a pensar en como producen, recolectan y almacena sus datos. Desde archivos en papel hasta sistemas de producción y almacenamiento de datos e información digital, todos los sistemas se encuentran hoy, al menos, en el “spotlight”.

Asimismo, un beneficio que se deprende de los desarrollos tecnológicos (mas que de las políticas de acceso a la información o de datos abiertos, específicamente) es la posibilidad de contar con vías de comunicación directa entre el gobierno, las organizaciones y la ciudadanía. Es decir, los desarrollos tecnológicos que propician los cambios en el manejo de la información, también permiten que se construye una relación mas cercana con esa misma información gubernamental y con otros actores (ciudadanos, gobiernos, medios, organizaciones todos recurren a redes sociales y otros canales virtuales de comunicación que facilitan la interacción y reducen las barreras para el diálogo). La clave: retroalimentación.

- Inclusión y participación: temas que necesitan un mayor reflexión
Una de las principales preocupaciones - expresada no solo por los panelistas sino también por la audiencia- se encuentra relacionada con la necesidad de pensar estrategias para que el acceso a la información así como también el uso de los datos en formatos digitales no acreciente la exclusión de los ya excluidos.

Fabiano Angélico mostró su preocupación por la posibilidad  de que la información y datos provenientes del Estado sean utilizados y usufructuados por los mismo grupos, sobre todo en una región que presenta grandes desigualdades sociales. En una región donde grandes porciones de la sociedad no cuentan con un fácil acceso a la tecnología y muy pocos puede programar o dar uso a los datos publicados, es necesario pensar en estrategias para que los beneficios de acceder y usar la información también los alcance.

En ese contexto, también es necesario seguir pensando estrategias y mecanismos para que el involucramiento de la ciudadanía (informadas a través de los mecanismos que permiten las políticas de acceso a la información y datos abiertos) se convierta en participación real (sobre todo en el marco de las políticas de datos abiertos y la participación de muchos gobiernos en la Alianza para el Gobierno Abierto). Como señaló  Haydeé Pérez, “la participación real se da cuando el que participa tiene la posibilidad de cambiar el curso de las decisiones gubernamentales. Sin eso, es solo consulta y simulación”.

Todos estos puntos necesitan de una mayor reflexión y trabajo a futuro. De todos modos en ese trabajo hay un actor que debe tenerse en cuenta ya que es clave a la hora de subsanar la exclusión de ciertos sectores y de propiciar la participación ciudadana: los “infomediarios[2]”.

- Hacia el futuro
Luego del rápido punteo de temas que conciernen a todos los actores que trabajan con ambas agendas, los panelistas cerraron la charla con unas breves líneas sobre el futuro del trabajo conjunto:

    En lo concerniente a los medios, Romina Colman destaco la necesidad de que los periodistas salgan de las redacciones y se relacionen con otros actores que pueden colaborar y maximizar los beneficios de su tarea periodística. Ejemplo de este punto es el trabajo que ya han realizado un grupo de organizaciones de la sociedad civil argentina junto al equipo de datos de La Nación en relación a la apertura de declaraciones juradas de funcionarios en ese país
    En cuanto al trabajo de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la promoción de la transparencia gubernamental, Haydeé Pérez insistió en la necesidad de seguir pensando en mecanismos de participación ciudadana que incluyan a la mayor cantidad de sectores. “Todavía no hay una solución. Hay que seguir pensando y experimentando”.
    Por último, Fabiano Angélico también reparó en el tema de pensar en mecanismos que permitan incluir a la mayor cantidad de personas en la toma de decisiones. “No hay recetas mágicas. Todo es muy nuevo. El desafío es intentarlo y luego evaluar las lecciones aprendidas”, concluyó.

Luego de resumir en estas líneas la charla mantenida en #Condatosmx, es claro que muchos son los temas que quedaron pendientes así como que muchos son los elementos que necesitan un mayor análisis. De todos modos, una idea que surge de todo esto: continuar con el ejercicio de pensar a los diferentes actores, junto a las diferentes necesidades que presentan ambas agendas, es necesario para poder avanzar en el objetivo de contar con una ciudadanía mas informada y con gobiernos mas abiertos.




[1] La charla completa en https://www.youtube.com/watch?v=k5svJ7U2oSA (a partir de 6:23:20)
[2] Este termino es ampliamente utilizado para referirse a los actores que se encuentran entre los gobiernos, que originan los datos, y los usuarios finales de esos recursos, con el objetivo de facilitar la amplia difusión de dicha información. (Mas sobre este tema en las sección 4.4 de http://silvanafumega.blogspot.com.au/2014/06/mixed-incentives-adopting-ict.html)

Saturday, October 11, 2014

La RTA, el CPLT y el Banco Mundial realizan estudio sobre plataformas de solicitud de información en línea

El siguiente estudio del Banco Mundial, la Red de Transparencia y Acceso a la Información Publica (RTA) y el Consejo para la Transparencia (CPLT), describe las plataformas de solicitud de información en línea que han desarrollado Brasil, Chile y México como parte del proceso de implementación de sus respectivas Leyes de Transparencia y Acceso a la Información Pública (AIP), procurando informar a los países que aspiran a construir plataformas digitales para procesar pedidos de información en línea, por lo que –esperamos- sea de utilidad para sus lectores.

En el último par de décadas, el desarrollo de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) ha modificado la forma en que las personas acceden e interactúan con la información que los Gobiernos producen y resguardan. El desarrollo de plataformas vinculadas a Leyes de Transparencia y Derecho de Acceso a la Información, generadas para permitir a los ciudadanos realizar solicitudes de información en línea, es uno de los muchos ejemplos de esos cambios.

Acceda al estudio en el siguiente link





Este post fue originalmente publicado por la Red de Transparencia y Acceso a la Información Pública

Sunday, October 5, 2014

Esta vez las noticias han llegado temprano a la región

Silvana Fumega
@SilvanavF

Si bien las iniciativas de datos abiertos no nacieron en la región latinoamericana, no ha pasado mucho tiempo para que se conviertan en un tema relevante. El grado de compromiso y de trabajo de diversos actores latinoamericanos ha posicionado a la región como un lugar al que es necesario “prestarle atención”.

Cada día un mayor número de iniciativas y de discusiones nacen y se desarrollan en esta región. Prueba de ello fue la convocatoria y repercusión de dos eventos realizados la pasada semana de Octubre en la Ciudad de México: Abrelatam 2014 y Condatos MX organizados por SocialTiC y el Gobierno de México. En ambas reuniones un gran número de actores se reunieron para “charlar”, compartir y debatir los múltiples temas relacionados con la apertura de datos reutilizables.



Si bien muchos fuera de este movimiento imaginan estas reuniones como un encuentro de “techies” creando aplicaciones y discutiendo sobre temas de código, los que estuvimos allí sabemos que los debates fueron mucho más allá de ese estereotipo. Politólogos, abogados, sociólogos, desarrolladores, entrepreneurs, entre otros, reflexionaron sobre el futuro- incluyendo oportunidades y desafíos- de este movimiento, así como también su relación con otros movimientos como los de gobierno abierto, gobierno electrónico y acceso a la información pública.


Como a las charlas de pasillo usualmente se las lleva el viento, en esta oportunidad se decidió crear un documento que deje por escrito los puntos clave discutidos durante la semana. Un grupo de moderadores nos sentamos a conversar sobre una serie de tópicos con más de 30 participantes para recabar preocupaciones y reflexiones. Este documento continuará abierto a comentarios por las próximas dos semanas, para luego preparar una versión final que servirá de base para las discusiones del encuentro en 2015.




Más allá de lo ya reflejado en ese documento, muchas otras ideas surgieron de los paneles, charlas de café y de pasillo, así como actividades grupales. Si bien es casi imposible resumir en muy pocas palabras todas las reflexiones de la semana, pero algunos de esos puntos que salieron a la luz fueron (el orden es aleatorio y son ideas sueltas que resuenan en mi cabeza al finalizar la semana):

  • Necesidad de documentar los procesos (desde aplicaciones a políticas), de mapear en forma más exhaustiva los actores y de incorporarlos al debate;
  • Necesidad de incorporar al sector privado, en particular, en forma más activa a estas discusiones;
  • Necesidad de incorporar estos temas en las currículas de universidades (desde ingeniería a derecho);
  • Seguir apostando al trabajo en conjunto, más allá de las diferencias, de los actores y grupos que se especializan en temas de datos y aquellos focalizados en temas de acceso a la información pública (no todos tenemos que saber de todos los temas, pero si podemos formar alianzas con aquellos que complementan nuestras posiciones). Si bien muchos actores que trabajan en la promoción de derecho del acceso a la información pública estuvieron presentes en estos eventos y formaron parte de las discusiones, el hecho de que la Semana de la Transparencia de México se haya organizado en las mismas fechas, en la misma ciudad, pero sin puntos de contacto con Condatos demuestra que todavía hay mucho trabajo por hacer en términos de esa colaboración;
  • Todavía falta mucho recorrido en términos de mejora en transparencia, así como de lucha contra la corrupción, particularmente en esta región. Las nuevas tecnologías y el mayor acceso a información pública colaboran para alcanzar mayores niveles de transparencia. De todos modos, es necesario que los gobiernos se comprometan con estos temas y no solo usen las políticas de publicación proactiva de datos como un “badge” de transparencia;

Podría seguir un día entero recopilando ideas, comentarios y charlas de pasillo… Pero creo que los puntos clave fueron ya reflejados en el documento conjunto y en estas pocas líneas (que decidí escribir antes de subirme a un avión y así evitar que las 30 horas de vuelo y el jetlag las vaya borrando de mi memoria). De aquí en adelante, es necesario que más allá de las conversaciones, las promesas y las amistades generadas en esta semana, dejemos los intereses sectoriales y los egos a un costado y nos pongamos a trabajar en conjunto. Si a las palabras se las lleva el viento, podremos evaluarlo en la próxima reunión que se realizara en Santiago de Chile en Septiembre 2015.









Sunday, April 13, 2014

UNA NUEVA OPORTUNIDAD?

Silvana  Fumega
@SilvanavF

Luego de muchos proyectos y años de espera, el día 30 de abril, cuando se reúna la comisión de asunto constitucionales, el tan postergado debate sobre la adopción de una ley de acceso a la información pública en Argentina tendrá una nueva oportunidad.

Dicha comisión, a fines de 2004, bajo la presidencia de la entonces senadora Fernández de Kirchner, introdujo modificaciones al proyecto de ley que ya contaba con media sanción. Las criticas a dichas modificaciones fueron tan severas que imposibilitó la aprobación de la ley por parte de la cámara de origen

Desde ese entonces, muchos proyectos han perdido estado parlamentario y muchos otros siguen vigentes. De todos modos, en la primer semana de abril un nuevo proyecto obtuvo una gran repercusión (en contraste con otros que se encuentran a la espera de su tratamiento). La relevancia del proyecto viene dada por la cercanía de la autora (la Diputada Conti) con el Poder Ejecutivo nacional.

La inclusión del tema en la agenda de la reunión de la comisión de asuntos constitucionales, a fines del mes de abril, abre una nueva posibilidad para la sanción de una ley de acceso a la información publica[1]. En este sentido, Argentina se encuentra muy retrasada en comparación con los países de la región y del mundo, ya que en la actualidad mas de 90 países cuentan con leyes que regulan el mencionado derecho.

Si bien esta nueva oportunidad merece ser celebrada, no hay que dejar de lado los considerandos del proyecto. Mas allá de su pobre redacción, algunos puntos merecen ser destacados (tanto por su significado positivo o negativo).

En primer lugar, es destacable que la ley considere como sujetos obligados a los tres poderes del Estado. Incluso hoy en día muchas de las leyes que se encuentran en vigencia limitan su aplicación al Poder Ejecutivo. Siguiendo con el tema de los sujetos obligados, otra inclusión que debería ser observada es la de los entes privados o sin fines de lucro. En este caso, la ley debería ser mas explicita en cuanto a la inclusión de estos sujetos solo en lo referente a aportes recibidos por parte de algún organismo del Estado. Si bien es solo una aclaración, seria importante que se incluya en el texto de la ley.

Uno de los puntos mas importantes para la futura implementación exitosa de esta regulación es la de contar con un órgano garante, con autonomía e idoneidad, para que interceda en casos de disputas en torno al cumplimiento de la ley. El mencionado proyecto solo prevé la intervención del Poder Judicial. Esto ultimo no facilita la agilidad y simplicidad en las resoluciones de las disputas. Este es un punto clave que debería contar con un debate por parte de los legisladores y especialistas en la materia para arribar a una solución que permita garantizar el derecho, así como también respectar las limitaciones que imponen los arreglos constitucionales en relación a la creación de un organismo autónomo.

Por otra parte, la simpleza es una cualidad que debería ser respetada en todos las instancias en las que el interesado deba relacionarse con el Estado para obtener la información. Esto es relevante desde el pedido hasta la resolución de conflictos, como se mencionó anteriormente. Es por ello que la necesidad de utilizar un formulario escrito que será entregado por la autoridad requerida no parece ser la mejor de las opciones. Actualmente, debería considerarse (como se lo hace en muchos países del mundo) la posibilidad que los pedidos puedan hacerse en forma electrónica, por diferentes medios (emails, etc). Aun mas, a la hora de la implementación debería crearse una plataforma digital que reciba y tramite los pedidos (así como que permita su seguimientos, así como explorar la información entregada ante otros pedidos). Este tipo de herramientas, hoy en día, no debería pensarse como una sofisticación sino una herramienta necesaria y de uso corriente[2].

Es relevante, a su vez, que se incluya la necesidad de notificar a los usuarios en el caso que el sujeto obligado quiera hacer uso de la extensión del plazo para la entrega de información. Dicha extensión deberá ser, asimismo, debidamente fundamentada.

Otro punto a tener en cuenta es la necesidad de incluir en la ley provisiones para la publicación parcial de información cuando un documento contenga elementos exceptuados. De esa manera, la información no exenta debería ser entregada al solicitante. Algunos de estos puntos (y otros) se pueden fácilmente extraer de la ley modelo[3] de la OEA, en la cual se plantea los lineamientos básicos para toda ley de acceso a la información publica.

Finalmente, un punto llamativo (aunque no esta relacionado con las provisiones del proyecto) es la ausencia de toda referencia al concepto de “transparencia”. Si bien este punto no afecta la calidad de los artículos incluidos, podría llegar a interpretarse como un señal negativa. En este sentido, es de esperar que solo haya sido una omisión y que en nada refleje la intención del oficialismo en relación al respeto del derecho de acceso a la información.

Una nueva posibilidad de debate no solo debe ser celebrada sino también utilizada por las organizaciones de las sociedad civil y otros defensores del respeto al derecho de acceder a la información producida y resguardada por el Estado. 

Se trata de una nueva oportunidad que ojalá no sea desaprovechada. 



[1] La posibilidad de contar con una ley de acceso a la información publica ha sido un tema recurrente durante, al menos, las ultimas dos décadas (pasando por el caso Tiscornia en 1996 y las promesas electorales de la Alianza a comienzos de este nuevo siglo).

[2] A la hora de diseñar estas plataformas es imperioso que no se limite el uso de la ley por medio de la inclusión de números de identificación u otros procedimientos que hicieran imposible el pedido de información si no se es ciudadano (o si el usuario no reside en el lugar donde se encuentra el sujeto obligado)
[3] http://www.oas.org/es/sla/ddi/acceso_informacion_ley_modelo.asp